Comercio justo.

El comercio justo pone a disposición del consumidor productos que han sido elaborados en condiciones laborales dignas, respetando los derechos de los trabajadores y el medio ambiente. En México, este sistema ha permitido a pequeños productores agrícolas y artesanos mejorar su calidad de vida y llegar a mercados internacionales donde los consumidores valoran la calidad y las garantías sociales y ambientales que respaldan su producción.
El comercio justo (también denominado comercio equitable, comercio equitativo, o comercio alternativo) es una forma alternativa de comercio promovida por varias organizaciones no gubernamentales, por la Organización de las Naciones Unidas y por los movimientos sociales y políticos (como el pacifismo y el ecologismo) que promueven una relación comercial voluntaria y justa entre productores y consumidores.
El sistema comercio justo es una iniciativa para crear canales comerciales innovadores, dentro de los cuales la relación entre las partes se orienta al logro del desarrollo sustentable y sostenible de la oferta. El comercio justo se orienta hacia el desarrollo integral, con sustentabilidad económica, social y ambiental, respetando la idiosincrasia de los pueblos, sus culturas, sus tradiciones y los derechos humanos básicos. El comercio justo puede ser considerado una versión humanista del comercio libre, que al igual que este es voluntario entre dos partes, y no tendría lugar si ambas partes no creyeran que iban a salir beneficiadas.


Nacido en Europa como un movimiento para combatir la desigualdad y la pobreza y contribuir al desarrollo económico y social a través de prácticas comerciales más equitativas, el comercio justo llegó a México a finales de la década de los 80. Ante la desregulación del sector cafetalero y la consiguiente inestabilidad en el precio del café, varias comunidades indígenas agrícolas de estados productores como Chiapas, Guerrero, Veracruz y Oaxaca, contactaron con las entidades europeas impulsoras del comercio justo. Conjuntamente, pusieron en marcha un sistema de distribución y exportación independiente de las fluctuaciones del mercado y que garantizara un precio mínimo para las cooperativas de cafeticultores.

Y aunque los inicios del movimiento en México estuvieron muy vinculados al café, por ser éste uno de los principales productos en cuanto a volúmenes de exportación, productores de cacao, té, azúcar, miel y frutas varias fueron asociándose en comunidades para acceder a los mercados internacionales bajo esquemas basados en los principios del comercio justo.

Estos esquemas persiguen condiciones de comercialización más equitativas y aseguran a los productores que van a recibir el precio prefijado cuando la materia prima está al alza en la bolsa de valores y que estarán protegidos en caso de baja. En ocasiones, también facilitan financiación bajo la fórmula de microcréditos y participan en el desarrollo educativo y social de las comunidades productoras.

El rubro de alimentación de comercio justo se amplió con artesanías, textiles, bisutería, calzado, artículos de decoración y papelería realizados por las comunidades, abriendo posibilidades de ingresos complementarias, que no dependen estrictamente de la temporalidad o de lo productivas o no que hayan sido las cosechas.
Algunas iniciativas de comercio justo en México

Miel Mexicana Volcán Popocatepetl es una cooperativa constituida por 27 pequeños apicultores de escasos recursos de nueve estados de la República. Estos productores han conseguido exportar su miel orgánica certificada a Europa, Estados Unidos y Japón a través del sistema de Comercio Justo Internacional.

El Grupo de Asesores para la Producción Orgánica y Sustentable (GRAPOS) une a pequeños productores cafetaleros y campesinos de la región del Soconusco en el estado de Chiapas. Producen café certificado orgánico y de comercio justo. Sus granos de café de las variedades arábica y robusta se exportan ya a Estados Unidos, Europa, Japón y Australia.

Los 22 socios-agricultores de la sociedad de proveedores agrícolas orgánicos Pragor de Michoacán se ocupan del cultivo, recogida, empaque y distribución de aguacates Hass orgánicos bajo criterios del comercio justo. Toronjas (pomelos) y mangos les permiten diversificar su cultivo y ampliar su oferta a Canadá, Estados Unidos y Europa.

La Fundación Haciendas del Mundo Maya, trabaja con 200 mujeres artesanas mayas de 16 comunidades de la Península de Yucatán, que rescatando técnicas y materiales tradicionales a partir de recursos naturales como piedra, cuerno, plata, semillas y fibras naturales, crean bolsas, sombreros, prendas, joyería, objetos decorativos para el hogar, jabones…
¿Cómo saber si un producto es de comercio justo?

Según la Organización Mundial del Comercio Justo (WFTO), los productos de comercio justo pueden identificarse de dos formas:
A través de un sello o certificado de comercio justo de garantía como Fair Trade FLO (Fair Trade Labelling Organisations International), Ecocert, FUNDEPPO (Fundación de Pequeños Productores Organizados), IMO-Fair for Life, Naturland Fair… En México se maneja el sello de garantía Comercio Justo México, que ya se puede encontrar en empaques de café, miel, ajonjolí (en aceite y semilla), mermeladas, jugos, chocolates, botanas, etc.
Si el producto ha sido elaborado por alguna organización miembro de la Organización Mundial del Comercio Justo.
¿Dónde adquirir productos de comercio justo?

Muchas tiendas especializadas de consumo responsable y ecológico ofrecen productos de comercio justo.

Además, grandes cadenas de restauración y centros comerciales han apostado ya por proveedores certificados en comercio justo para ofrecer a sus clientes más concienciados chocolate, café y azúcar de comercio justo.

La concientización e información del consumidor acerca de las condiciones laborales y ambientales de producción resulta esencial en este sentido, pues una mayor predisposición de compra y demanda se traducirá en un compromiso por parte de las marcas. Los consumidores tenemos más poder del que pensamos. Con nuestra decisión de compra podemos respaldar y premiar aquellas prácticas comerciales más justas para los productores y más responsables con el medio ambiente.